Las ideas.
Las ideas...
¡Hay demasiadas ideas!
Se mezclan, se aprietan,
gritan bailan corren,
se me clavan las ideas
y me asquean y me drogan
y me invaden y me tiemblan
se amontonan en mi mente deseosas de salir
y empujándose y a golpes solo sangran a morir:
muertos, santos, vinos, tacto,
olfato, gusto, dolor, llanto,
culpa, juicio, luces... ¡cuantos!
brotan, palpitan y sangran
y duelen ¡ah! ¡duelen y clavan!
mi mente sopla y mis dedos marcan
sin sentido, sin prisa, sin pausa
en un baile mareado y poco cuerdo
de vals lejano y desenfreno.
no respondo de mis actos
¿qué he hecho? no lo entiendo
lo que quise, lo que quiero ¿dónde está?
¿son recuerdos lo que aprietan,
no ideas nada más?
creo que no podré más:
son hachazos, son heridas
que no cierran
y se abren y se cortan y se secan
y se suman, y se besan...
se ha hecho trozos mi cubierta
con tus manchas en pensar,
con tus culpas, tu inocencia...
y su vulgar simplicidad
los monstruos no sienten,
los monstruos no aman
los monstruos no vuelven....
y ya te veo marchar.
lento caminas, otros miran.
Y las lágrimas me aprietan en el rostro y me cierran la garganta,
pero todo son miradas
y no queda sitio al llanto
que se suma y que se rasga.
si que es cierto
que mentí
porque aun siento
y le perdí
era más que amor,
más que un simple sentimiento
era la fascinación
de tu alma y tu belleza;
y ahora en calma, sutileza...
con mis mejillas mojadas
sé que amaba tu maleza
tu malicia, tu mirar,
tu inocencia y tu destreza
tu sapiencia y razonar,
tus ojos que todo ven
sin ser mojados
las ideas sin mancharse del palpar.
creo que algo está muriendo en mí
-o algo nace entre sollozos-
que me agita y me devora
y me ata y convulsiona;
igual que me impregné con tu agudeza
ahora esta huye, y te retorna.
creo que eso muere y en mi nace
la más repugnante humanidad
impregnada de carencias
simple y vana...
dijiste que era fuerte,
-que palabra más errada-
si tras todo esto imploro
nuevamente tu mirada.