jueves, 12 de abril de 2012

Distancia destructiva

Quiero contemplar bajo la luz la curva de tu espalda, dibujarla en mí cabeza a fuego. Quiero deslizarme en ella, esquiarla con mis dedos...

Quiero tenerte cerca: para poder mirarte con lascivia, idealizarte en mí cabeza, perderme en tu belleza femenina, engañarme en el sentir que nada importa, sólo poder pensar en ti, para que no haya ser que atormente mis ideas.

Ven conmigo, seremos dos extrañas en un mundo ajeno, juntas lograremos entenderlo. Y Usarás el fuego ficticio de tus melenas para alumbrar mis noches, y yo te entregaré la luna dentro de una caja de zapatos, para que cuando estés triste orbite cerca de ti y te recuerde que escondes un mundo de luz en tu sonrisa, que eres una pieza clave e imprescindible.

pero si no vienes no podré hablarte de la curva de tu espalda, cráter rebosante de belleza, ni podré contemplarme reflejada en el infinito de tus ojos para creerme dentro de ti; si no vienes seré un esclavo sin reina, y me torturara mi mente por no tener a nadie a quien servir; dormiré en días sin luz, viviré noches sin luna, en un invierno eterno sin estufas, condenada a no vivir encerrada en tus pupilas.

jueves, 19 de enero de 2012

Desvarío convulsivo

viejo pero aplicable:
el mismo cuento de siempre
con otra firma al final


Las ideas.

Las ideas...

¡Hay demasiadas ideas!

Se mezclan, se aprietan,

gritan bailan corren,

se me clavan las ideas

y me asquean y me drogan

y me invaden y me tiemblan

se amontonan en mi mente deseosas de salir

y empujándose y a golpes solo sangran a morir:

muertos, santos, vinos, tacto,

olfato, gusto, dolor, llanto,

culpa, juicio, luces... ¡cuantos!

brotan, palpitan y sangran

y duelen ¡ah! ¡duelen y clavan!

mi mente sopla y mis dedos marcan

sin sentido, sin prisa, sin pausa

en un baile mareado y poco cuerdo

de vals lejano y desenfreno.

no respondo de mis actos

¿qué he hecho? no lo entiendo

lo que quise, lo que quiero ¿dónde está?

¿son recuerdos lo que aprietan,

no ideas nada más?

creo que no podré más:

son hachazos, son heridas

que no cierran

y se abren y se cortan y se secan

y se suman, y se besan...

se ha hecho trozos mi cubierta

con tus manchas en pensar,

con tus culpas, tu inocencia...

y su vulgar simplicidad

los monstruos no sienten,

los monstruos no aman

los monstruos no vuelven....

y ya te veo marchar.

lento caminas, otros miran.

Y las lágrimas me aprietan en el rostro y me cierran la garganta,

pero todo son miradas

y no queda sitio al llanto

que se suma y que se rasga.

si que es cierto

que mentí

porque aun siento

y le perdí

era más que amor,

más que un simple sentimiento

era la fascinación

de tu alma y tu belleza;

y ahora en calma, sutileza...

con mis mejillas mojadas

sé que amaba tu maleza

tu malicia, tu mirar,

tu inocencia y tu destreza

tu sapiencia y razonar,

tus ojos que todo ven

sin ser mojados

las ideas sin mancharse del palpar.

creo que algo está muriendo en mí

-o algo nace entre sollozos-

que me agita y me devora

y me ata y convulsiona;

igual que me impregné con tu agudeza

ahora esta huye, y te retorna.

creo que eso muere y en mi nace

la más repugnante humanidad

impregnada de carencias

simple y vana...

dijiste que era fuerte,

-que palabra más errada-

si tras todo esto imploro

nuevamente tu mirada.