sábado, 19 de octubre de 2013

Los hay que no son capaces de enfrentarse a sus propios fantasmas
los hay que prefieren señalarte con el dedo
los hay que necesitan un culpable al que acusar,
Los hay que son cobardes, que no intentan avanzar
Los hay que huyen antes de llegar
que buscan constante la escusa para darse la vuelta y volver al hogar.

Los hay que no asumen sus propias consecuencias
que te clavan un puñal y luego te acusan por no dejarte herir mas
que te roban la alegria y no comprenden porque huyes
Que no hacen nada y aun asi esperan que te quedes
que no luchan y dan por hecho lo que tienen.

Y despues, tras perder lo que tenian,
no dejan de pinchar como si el daño
fuera a devolverles lo que fue suyo fue una vez,
como si las cosas se fueran a resolver a latigazos.
y te acusan por intentar no dejarte vencer
por seguir con tu camino en lugar de seguir arrastrando
el lastre hastiado de aquel que está cansado del Nohacer.

Y como un niño en su berrinche, te sigue sin hacer nada
te mira fijamente sin pronunciar palabra
esperando que seas tu quien le libere de los fantasmas
aquellos que el mismo creó en la encrucijada.

Los hay que son cobardes
que desde que llegaron no lucharon por vivir.

Los hay que te asesinan y luego te abandonan,
Y luego culpan a la sombra que de ti quedó,
ese cadaver vacio de esperanzas
hastiado de luchas
cansado de culpas
colmado de llagas
sangrantes las entrañas
y agotada la fe,
y asi, pueden darse media vuelta
convenciendose a si mismos de que aun conservan dignidad
de que el no tuvo que ver en los problemas
que todo el daño lo hice yo
y creyendo sus manos limpias
libre de la culpa en teoria
dice hasta nunca y levanta la cabeza
como si, con la barbilla,
intentara hundirme un  poco mas.

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