sábado, 19 de octubre de 2013

Los hay que no son capaces de enfrentarse a sus propios fantasmas
los hay que prefieren señalarte con el dedo
los hay que necesitan un culpable al que acusar,
Los hay que son cobardes, que no intentan avanzar
Los hay que huyen antes de llegar
que buscan constante la escusa para darse la vuelta y volver al hogar.

Los hay que no asumen sus propias consecuencias
que te clavan un puñal y luego te acusan por no dejarte herir mas
que te roban la alegria y no comprenden porque huyes
Que no hacen nada y aun asi esperan que te quedes
que no luchan y dan por hecho lo que tienen.

Y despues, tras perder lo que tenian,
no dejan de pinchar como si el daño
fuera a devolverles lo que fue suyo fue una vez,
como si las cosas se fueran a resolver a latigazos.
y te acusan por intentar no dejarte vencer
por seguir con tu camino en lugar de seguir arrastrando
el lastre hastiado de aquel que está cansado del Nohacer.

Y como un niño en su berrinche, te sigue sin hacer nada
te mira fijamente sin pronunciar palabra
esperando que seas tu quien le libere de los fantasmas
aquellos que el mismo creó en la encrucijada.

Los hay que son cobardes
que desde que llegaron no lucharon por vivir.

Los hay que te asesinan y luego te abandonan,
Y luego culpan a la sombra que de ti quedó,
ese cadaver vacio de esperanzas
hastiado de luchas
cansado de culpas
colmado de llagas
sangrantes las entrañas
y agotada la fe,
y asi, pueden darse media vuelta
convenciendose a si mismos de que aun conservan dignidad
de que el no tuvo que ver en los problemas
que todo el daño lo hice yo
y creyendo sus manos limpias
libre de la culpa en teoria
dice hasta nunca y levanta la cabeza
como si, con la barbilla,
intentara hundirme un  poco mas.

miércoles, 26 de junio de 2013

Existen fuegos que jamas podrían apagarse.

En lugar de ello aguardan mudos disfrazados de cenizas o recolectando el polvo, mota a mota, que se acumula sobre tinta en los papeles, o escondiendose en las particulas que forman las rocas que hemos pisado,
o susurrando tu nombre desde recetas ajenas que antes probé contigo...
Y escucho tus palabras de unos labios que no son los tuyos, y no importa que no lo sean, pues al ser tuyas las palabras, te crean como un fantasma a mi lado.


viernes, 1 de febrero de 2013

Un mal sueño


Te deshaces como ceniza entre los recovecos de mi memoria. una ceniza amarga, una ceniza seca...
y todo se  queda hueco, el viento atraviesa las ventanas.
mientras tanto el chocolate sigue ahí, sobre la cómoda.
mientras tanto todo parece igual, parece que no ha cambiado. que fue un mal sueño del que me despertaras
con alguna llamada temprana desde algún tren, que volveré a temblar, volveré a doblar papel, me doblare a mi misma hasta hacerme diminuta, para poder entrar en tus bolsillos, y colgarme de tu oreja y susurrarte en llantos, para que te vayas sin irte de mi y poder irme contigo, aplastarme contra tu cuerpo hasta que nos volvamos uno, masa de carne y huesos con dos cráneos y un solo corazón.

Mi tristeza me avergüenza, no entrabas en mis planes. Tampoco ella, tampoco el vacío que conlleva, tampoco la angustia de caer al vacío sin nada que agarrar, tampoco la imagen de tu implacable huida, tampoco tu desprecio.
y ahora mi agenda se ve repleta de contratiempos, tengo una tormenta en el mar de mi conciencia, con sus rayos y sus truenos, con un viento que arrastra robles arrancados de la tierra... y siento frío. frío que viene
desde dentro hasta devorar mi piel.

Y aún hay chocolate derramado en el mantel.


"Toma este bollo, cuando te lo acabes me iré" ... y nunca pude terminármelo, aunque te fuiste igual.